martes, 8 de marzo de 2011

tu mi deporte extremo

Estoy frente al precipicio, a un paso del vacio. El aire golpea todo mi cuerpo como si tratara de evitar que me callera, el mirar abajo hace que mis manos y mis pies hormigueen, mi estomago se estremece ante la profundidad, mis ojos no logran ver el fin de aquel monstruo ante el que me siento insignificante.
Ese vértigo es el que provocaba que la adrenalina corriera por todo mi cuerpo y aun no encuentro la diferencia entre pararme frente a un precipicio o intentar besar tus labios y poseerte por completo.

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